- Beber líquidos antes, durante y después de los entrenamientos. En épocas de altas temperaturas el aporte debería superar los 3 litros, repartidos a lo largo del día.
- No esperar a la aparición de sed para beber líquidos: la sed es un síntoma tardío.
- Usar ropas holgadas, livianas y de algodón, porque son las que permiten disipar mejor el calor corporal. En lo posible optar por las de colores claros, si la actividad se realiza al aire libre.
- Reemplazar la remera o la parte superior de la indumentaria cuando se encuentre empapada de sudor.
- El pesarse antes y después de los entrenamientos, da una idea de cuanto líquido debería reponerse en una próxima oportunidad, bajo similares condiciones climáticas.
- Durante los entrenamientos en el calor, buscar los lugares más frescos, a la sombra, o con viento, principalmente, durante la realización de ejercicios en el lugar.
- Evitar el consumo en exceso de alimentos o productos con cafeína (bebidas cola, café, te “fuerte”, medicamentos o suplementos que la contengan, etc.), antes de los entrenamientos, ya que tienen efecto diurético y pueden empeorar el estado de hidratación.
- No solo la temperatura elevada es importante; cuando la humedad relativa ambiente también lo es, hay que aumentar el aporte de líquidos.
- Asegurarse el acceso a bebidas durante los entrenamientos (por ejemplo, tener en cuenta la cercanía a tomas de agua, o llevar consigo agua/ bebidas deportivas/ jugos diluidos).
- En caso de ser necesario, el Profesor deberá reducir la intensidad de la actividad planificada a fin de evitar los signos de deshidratación.
29 jul 2010
Diez consejos para mantener una adecuada hidratación durante el entrenamiento con altas temperaturas
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