29 jul 2010

Aspectos a tener en cuenta en épocas de muy baja temperatura ambiente

  • Hidratarse antes, durante y una vez finalizada la actividad física. Recordar que uno no sólo pierde agua por medio de la transpiración, sino que gran parte se disipa en forma de calor por todo el cuerpo y, también, por intermedio de la respiración, factores de mucha importancia y que pocas veces percibimos.
  • Concurrir a la práctica con buena cantidad de abrigo. También se pueden incluir guantes y “cuellos de tela pólar”; e ir desabrigándose paulatinamente a medida que va aumentando nuestra temperatura corporal, sin esperar que nuestro cuerpo empiece a sudar. Una vez finalizada la actividad volver a colocarse mucha ropa, aunque creamos que no es necesario aún. Recordar que nuestro organismo es homotermo (mantiene la temperatura corporal interna entre 36 y 38 grados) pero si lo ayudamos desde afuera, funcionará mucho mejor.
  • No pasar por alto ninguna de las cuatro comidas principales. Principalmente el día en el cual vamos a entrenar. Con esto lograremos aumentar nuestra temperatura interna y, además, optimizar nuestro rendimiento físico.
  • No realizar largas detenciones durante la actividad. Con ello evitamos que nuestros músculos se enfríen y nuestro rendimiento decaiga bruscamente.
  • Darle importancia a los ejercicios de flexibilidad. Lograremos olvidarnos de las lesiones y de los dolores los días posteriores a la realización de los ejercicios, además de optimizar nuestro rendimiento.

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