9 feb 2011

Informe del Dr. Diego Iglesias, Médico especialista en Medicina del Deporte, del Hospital Italiano.

  1. No es tan difícil que la gente practique alguna actividad física o deportiva, sino que lo haga de manera sostenida, que la mantenga.
  2. Hay mucha gente que empieza a moverse, tiene algún problema muscular o en las articulaciones, experimenta la sensación de fatiga y abandona. Vuelve a empezar, y está así durante todo el año, sin lograr estacionarse en un mínimo de actividad física confortable y que sea un beneficio para la salud.
  3. Es recomendable ir de a poco y prestar atención a las señales del propio cuerpo antes que a los estímulos de las modas o las ofertas de soluciones rápidas o mágicas.
  4. El sedentarismo se ha instalado en nuestras sociedades. Ya no es necesario caminar largas distancias para conseguir la comida, donde se producen y consumen una gran cantidad de alimentos de un alto valor calórico y donde cada vez se inventan más estrategias para no gastar la energía acumulada, desde el automóvil hasta el delivery.
  5. La deficiente actividad física forma parte de un estilo de vida que no es fácil de cambiar. Esto explica que el sedentarismo se haya transformado en una endemia difícil de erradicar.
  6. Hay que vencer lo que llamamos la trampa del sedentarismo, que empieza cuando nuestros genes nos mandan a estar quietos para ahorrar energía. Cuando por una cuestión cultural logramos vencer este legado genético, empezamos a hacer actividad física, pero como nuestro cuerpo no está debidamente preparado aparecen el cansancio, los dolores musculares, lo que lleva a preferir la quietud. Entonces, de lo que se trata es de reentrenar culturalmente a la gente sobre que cierto grado de fatiga es normal y no es perjudicial, y que después puede haber una nueva sensación de placer que compense la fatiga.
  7. No hay una actividad universal sino que uno tiene que pararse en cada etapa de la vida y edad. Desde el punto de vista de la salud aconsejamos una actividad física segura, disfrutable, sostenible en el tiempo. Si uno no disfruta lo que hace, la permanencia a largo plazo es baja.
Fuente: Diario Clarín, Domingo 06/02/2010

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